Edson Arantes Do Nascimento era muy pequeño cuando vio a Dondinho, su padre, llorar frente al radio: Brasil había perdido la final de 1950 ante Uruguay. El pequeño se acercó y también lloró. Luego dijo: “Papá, no llores, voy a ganar una Copa del Mundo”.
El chico creció y ya convertido en Pelé cumplió su promesa tres veces, la primera en Suecia 1958; tenía 17 años y anotó siete goles, dos a los locales en la final. El primero fue una joya: sombrerito y remate a la altura del manchón penal antes de que cayera la pelota.
Al terminar el juego, el muchacho lloraba de felicidad. Minutos después, se dirigió con el equipo a una estación de radio de Estocolmo para que pudieran llamar a sus familiares: “Papá, ¿me viste? ¡Ganamos el Mundial!”.
Pelé y Brasil volvieron a ser campeones en Chile 1962, aunque por lesiones poco pudo jugar. En el siguiente Mundial, en Inglaterra, Brasil tuvo un mal torneo y quedó en primera ronda.
Para el Mundial de 1970, Pelé lideró al equipo recordado como el de los cinco 10, al lado de Rivelino, Gerson, Tostao y Jairzinho. Edson, de 29 años, brilló hasta en los llamados casi goles: primero un disparo desde el mediocampo que por poco sorprende al portero checoslovaco; luego un potente cabezazo picado que el arquero inglés Gordon Banks convirtió en la atajada del siglo, y por último, un tiro cruzado ligeramente desviado tras fintar al guardameta uruguayo Ladislao Mazurkiewicz. “Todo mundo habla de esas jugadas, son tan importantes como un gol”, presume.
Pelé anotó cuatro goles en México 70, uno de cabeza en la final ganada 4-1 ante Italia. Era su tercera Copa del Mundo y ya no tuvo que llamar a sus padres para decirles que había ganado el Mundial: “Lo habían visto en vivo por la televisión”.
Fuente: https://www.futboltotal.com.mx/copa-mundial-de-futbol-2018/principales-home-mundial/goleadores-mundialistas-pele
