Aunque tuvo el 68% de posesión de balón, Barcelona fue impreciso y errático en todas sus líneas y no fue por el mal estado del terreno de juego –sobre el que también actuó Universidad Católica– que sufrió su primera derrota como local y la segunda en general durante la temporada 2019. La caída se originó por el desorden y los desaciertos de los hombres que dirige Guillermo Almada.
Los canarios, que la fecha anterior sucumbieron en Sangolquí 3-0 ante Independiente, no funcionaron ante un conjunto camarata que aprovechó las deficiencias toreras para vencer 2-1. Pronto, bajo la fuerte lluvia que cayó durante el primer tiempo, Barcelona estuvo en desventaja y no se recuperó.
Las fallas barcelonistas son atrás (cinco goles recibidos en los dos últimos duelos) y de la mitad hacia arriba (un gol anotado en 180 minutos).
Los toreros intentaron reacción y a los 4m un centro de Oyola le quedó a Washington Vera, que con un golpe de cabeza estuvo cerca de doblegar al portero Hernán Galíndez.
Barcelona estuvo cerca de la igualdad cuando a los 26m el colombiano Sebastián Pérez tomó un rechazo de la zaga visitante y disparó, pero en la línea de sentencia un camarata logró desviar el tiro.
Católica esperó a los locales y fue letal en los contragolpes y a los 38m amplió su ventaja. Por la derecha Jeison Chalá sacó un centro ante la marca de Byron Castillo. La pelota le quedó al paraguayo Amarilla, que frente a un Banguera que se quedó parado remató y logró el 2-0 para la Católica.
En la etapa complementaria, Barcelona mejoró algo su accionar, entre otras razones porque los quiteños le cedieron toda la iniciativa.
Cuando se jugaban 52m Pérez cedió un pase para Ely Esterilla y este habilitó a Vera, que por la izquierda ingresó al área rival y con un potente disparo descontó (2-1). Pero Barcelona se desesperó y atacó como pudo. A su desorden, Católica le respondió con orden. (D)
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